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jueves, marzo 28, 2024

Lifelong learning: la educación como un proceso continuo

Uno de los principales retos para vivir en una sociedad cada vez más tecnológica e integrada es adaptarse a los cambios al tiempo que se presta atención al gran y acelerado flujo de información que recibimos. Por ello, el lifelong learning es un proceso importante y continuo de entender la educación y la formación.

Este concepto considera el aprendizaje como una actividad más allá de los límites de los sistemas escolares formales (de la educación básica a la de postgrado). En el lifelong learning, adquirir conocimiento y habilidades es un proceso que ocurre a lo largo de la vida.

El lifelong learning se refiere no sólo a un modo de pensar la educación en el siglo XXI, sino también al entorno corporativo, que funciona como una estrategia de formación profesional.

¿Quieres saber más sobre este proceso y cómo adoptarlo para tu vida? ¡Acompáñenos!

Un poco de historia

El término lifelong learning surgió en la década de 1970, pero se hizo más notorio en los años 1990 con el concepto de educación que supera los límites de las instituciones y cualquier barrera de edad o nivel social.

Sin embargo, fue a partir de un informe de la Comisión Internacional de Educación para el siglo XXI de la Unesco, de 2010, cuando el término fue ganando más popularidad.

Este proceso estimula el desarrollo personal y profesional de forma voluntaria, proactiva y permanente a partir de experiencias de aprendizaje. Y esto ya se está valorando en empresas con una cultura organizativa centrada en el uso del lifelong learning para el perfeccionamiento y el desarrollo de colaboradores.

La justificación ya la sabes: en un mercado de trabajo tan competitivo y con tanta oferta de profesionales, ya no es suficiente dominar sólo una técnica para una función. El proceso de formación continua fortalece otras habilidades que ayudan a los retos más complejos de los entornos corporativos.

4 pilares

Para que te familiarices mejor con el lifelong learning, ¿qué tal si analizar los cuatro pilares de la educación que ayudan a sostener este concepto?

  • Aprender a aprender: parece un poco redundante, pero encontrar la mejor manera de comprender, construir y reconstruir el conocimiento es una necesidad. ¿Cómo puede este proceso ser placentero para ti? Si el objetivo del aprendizaje continuo es también motivar el sentido crítico y la capacidad de reflexión y de posicionamiento ante los conflictos, entonces hay que estimular la curiosidad y la atención y desarrollar la autonomía para dominar diferentes lenguajes. Ese pilar también se trata de aprender a pensar y no sólo a reproducir pensamientos.
  • Aprender a hacer: el desempeño de una función ya no es un diferencial de los profesionales, que ahora necesitan capacidad social y emocional para hacer frente a los retos del mercado de trabajo. Un escenario de home office, por ejemplo, con un trabajo en equipo de forma remota, puede ser una oportunidad para evaluar las propensiones de los colaboradores a adaptarse.
  • Aprender a convivir: una de las habilidades adquiridas a lo largo de la vida es la capacidad de comprender al otro y establecer vínculos sociales para gestionar los conflictos. Participación en proyectos comunes, cooperación y suma de conocimientos individuales en beneficio del colectivo permite el intercambio de experiencias, actividad mencionada anteriormente como muy importante para el lifelong learning y para cualquier entorno de trabajo.
  • Aprender a ser: la forma en que actúas con respecto a tu habilidad para aprender de cada experiencia determina el tipo de persona en que te estás convirtiendo. Autonomía, discernimiento y responsabilidad son algunos términos que pueden orientar la formación continua de quién eres. El proceso de aprendizaje debe desarrollar el potencial de las personas, como la sensibilidad, la memoria, la lógica, la ética, la creatividad, la iniciativa y la capacidad de comunicación.

Ventajas

Volviendo al principio de nuestra conversación, los avances tecnológicos permiten al lifelong learning ser más accesible y facilitan la difusión del conocimiento de forma más rápida y sencilla. La enseñanza, antes restringida a entornos formales, está cada vez más presente en nuevos espacios a través del e-learning o el aprendizaje electrónico, incluso en entornos móviles como los celulares.

Cada día aparecen nuevos formatos de cursos y clases, lo que hace posible que su proceso educativo no se detenga. Con la reciente pandemia del coronavirus (Covid-19), por ejemplo, la sociedad ha visto aparecer procesos de aprendizaje más autónomos, basados en clases 100% digitales, que preservan el distanciamiento social, de temas como actividades físicas, idiomas, corte y costura y artesanía, música entre otros.

Todo ello sin contar las plataformas de postgrado EAD existentes, como los MBAs USP/Esalq.

Este formato en línea de transmisión de conocimientos tiene numerosas ventajas, como la posibilidad de gestionar el tiempo y las tareas, adecuando su rutina y su ritmo de trabajo y otras demandas personales a la disponibilidad de asistir a las clases.

Si quiere saber más sobre los cursos EAD, tenemos un material completo sobre el tema aquí.

¿Le gustó saber más sobre lifelong learning? ¿Qué tal compartir ese contenido con la gente que conoces y que también quieren mantener la constancia del aprendizaje continuo?

Autor (a)

Marina Petrocelli
Marina Petrocelli
Han pasado más de 12 años desde mi primera experiencia con los medios de comunicación. Mis primeros años profesionales fueron dedicados a las rutinas de redacciones con poca o ninguna relevancia digital. El periodismo plural se limitaba a investigar los hechos, redactar la materia y garantizar una foto expresiva. La primera señal de cambio vino con la propuesta de cambiar de realidad y experimentar un formato diferente de producir. De ahí en adelante, las particularidades del universo del marketing se han vuelto permanentes. ¡Ah! También me gradué en Derecho (con inscripción en la OAB - Orden de los Avogados de Brasil y todo). Pero no todo se reduce a mis habilidades profesionales. Como productora de contenido, me interesan buenas historias, de personas reales o en series, películas y libros, especialmente distopías. Me gusta montar rutas de viajes y reconocer estrellas y constelaciones en una aplicación de celular. Museos, música y arte en general llaman mi atención, así como cultura pop.