Muchos mitos del agronegocio y fuera de él son responsables de confundir la opinión pública y pueden incluso influir decisiones importantes sobre política, economía y comportamientos sociales.
Si informar es un gran recurso para pensar de forma inteligente y no distribuir informaciones falsas o distorsionadas que pueden interferir en posiciones futuras.
Esa alerta va para cualquier tipo de tema, después de todo, no verdades son distribuidas muy rápidamente y pueden ser tomadas como hechos, incluso esa noticia que circula en las redes sociales. Pero, en este texto, vamos a conferir los mayores mitos del agronegocio, algunos, incluso, que usted puede haber pasado a otros sin saber.
Transgénicos hacen mal a la salud
A diferencia de lo que muchos creen, alimentos transgénicos (todo organismo que tuvo cambios en su ADN) no hacen mal a la salud humana, animal o al medio ambiente. Ese tipo de producto recibe un gen de otro organismo para tener una característica que no tenía antes, como resistencia a plagas o ambientes.
A pesar de que muchos creen que esas modificaciones son peligrosas, los alimentos transgénicos son seguros tanto para consumo como para los que utilizan tecnologías convencionales para realizar el cruzamiento de plantas. Un ejemplo de uso bien aprovechado es la producción de la insulina, que tiene origen 100 % transgénica y es ampliamente utilizada por la población diabética.
Grandes productores son responsables por la deforestación de la Amazonia
Aun no existen estudios que demuestren esa afirmación. El Ipam (Instituto de Investigación Ambiental de la Amazonia) (traducción libre) muestra que la deforestación en la región, entre 2015 y 2016, ocurrió tanto en tierras privadas (35,4 %) como en asentamientos de reforma agraria (28,6 %), además de tierras del Estado (24 %) y Unidades de Conservación (12%).
Además de eso, de 2010 a 2016, los asentamientos de reforma agraria nuevamente aparecen como los principales responsables por la deforestación en la Amazonia, con 28,9 % del total. Seguido, aparecen las propiedades rurales (24,3 %), seguidas de las “tierras públicas no destinadas” (24 %) y, después, viene el crimen dentro de Parques y Reservas (11,8 %).
Leche hace mal a los adultos
A menos que alguien tenga alguna alergia relacionada al azúcar de la leche (lactosa) o a la proteína (APLV), la ingestión de este alimento es totalmente segura. Incluso, sus derivados, como quesos, manteca y yogurt, son ampliamente recomendados en los protocolos nutricionales por presentar buenas fuentes de proteína y calcio.
Ingerimos veneno por causa de los agrotóxicos
Ese es uno de los mitos más discutidos. Es verdad que los países tropicales utilizan más defensivos en los sembrados, sin embargo, a pesar de la gran cantidad, no existen casos de intoxicación por ingestión de esos químicos, mucho menos a largo plazo.
En investigaciones más completas, principalmente por la brasileña Anvisa (Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria), existe un total de 250 muestras (5,4 % de 4.616 análisis) con residuos de plaguicidas por encima del LMR (Límite Máximo de Residuo). Sin embargo, su toxicidad sería peligrosa apenas con el consumo exagerado de un alimento, generalmente en niveles imposibles para cualquier persona.
Alimentos orgánicos son mejores que los convencionales
Antes de todo, basta pensar que los productos orgánicos aún son parte de un nicho bastante exclusivo y, aunque la justificación sea que sabor y salud son mejores con ese tipo de alimento, no existen estudios suficientes que demuestren eso.
Según un experimento realizado por la Universidad de Stanford, no fueron encontradas diferencias sustanciales entre alimentos con fertilizante orgánico y convencional. Y de la misma forma que los residuos de agrotóxicos son la preocupación en alimentos convencionales, en los orgánicos existe un gran riesgo de contaminación bacteriana (E. coli).
De hecho, orgánicos pueden tener defensivos en su cultivo. La diferencia es que estos necesitan un producto de ocurrencia natural, pero eso no significa más seguridad alimentaria.
Bonus: aves toman hormonas
Este es hasta comprensible. ¿Cómo una gallina consigue alcanzar el peso ideal en tan poco tiempo? Y más, ¿por qué animales de granja son mayores que aquellos criados sueltos en pequeñas propiedades? La respuesta no está en las hormonas.
El avance de la zootecnia fue el principal responsable por el aumento de productividad en la avicultura de corte y por la gran evolución avícola en países con esa actividad. Y no se engañe, el uso de hormonas es prohibido en prácticamente todo el mundo – además de ser caras para cualquier producción. Incluso antibióticos, que son usados en la avicultura, no presentan riesgos a los humanos, una vez que las dosis administradas son suficientes apenas para prevenir enfermedades y mejorar el crecimiento animal.
Ahora, nos cuente: ¿qué otros grandes mitos del agronegocio ya escuchó alguna vez?