Maíz, soja, café, arroz y trigo. Para muchos productores, mejorar la rentabilidad en el cultivo de granos es un desafío constante, incluso cuando son la base de la economía local o del país. Por lo tanto, para reinventarse en este mercado y mantener la competitividad, las buenas estrategias marcarán la diferencia.
El economista Haroldo Torres, también profesor del MBA en Agronegocios USP/ESALQ, advierte sobre el significado de rentabilidad, que no es lo mismo que la ganancia de la empresa. «No me gusta hablar mucho de ganancia, porque, al final, lo que ‘quiebra’ el productor rural es falta de efectivo en caja y no falta de ganancia», afirma.
Para que el productor rural mejore la rentabilidad en el cultivo de granos, el verdadero diferencial será la inversión realizada en tecnología y variedades agrícolas capaces de reinventar y mejorar la productividad. Torres enumeró 3 estrategias para tal. ¡Vea!
Liderazgo de costos
Mejorar la rentabilidad en el cultivo de granos, y en muchos otros, requiere que el productor tenga un liderazgo de costos. Esto quiere decir que necesita hacer inversiones en tecnología, manejo y variedades para aumentar la productividad.
«Sólo que no es la productividad a cualquier costo. Es necesario que el aumento de valor de inversión sea menor que el aumento de productividad, de forma que se consiga diluir el costo fijo», explica Torres.
Esto se debe a que, en gran parte de la actividad agrícola, la mayoría de los costos son fijos, como mano de obra, maquinaria e insumos.
Comercialización
No tiene sentido invertir en tecnología para aumentar la productividad de los granos sin una buena comercialización. «El productor necesita desarrollar su lado de negociabilidad, con el objetivo de tener una comercialización mucho mejor», afirma Torres.
En el mercado de granos, agrega el profesor, hay algunos detalles, como la Operación de Barter, en la que el productor recibe defensivos agrícolas de una empresa para después de la cosecha «pagar» con los granos, casi como un intercambio. Otro truco es el llamado «contrato de soja verde», que permite comprar la soja antes de la cosecha. Es una salida para escapar de la financiación de crédito antes de la zafra.
Gestión
«Si soy un productor técnicamente muy bueno, vendo muy bien mis productos, pero no tengo gestión, no sirve de nada», declara Torres. En este caso, la buena gestión significa eficiencia en la asignación de recursos y en el conocimiento de datos e información para tomar decisiones.
Este tipo de gestión hace que el productor esté emparejado con el mercado, porque es un pensamiento estratégico y un diferencial competitivo. «El productor diversifica las culturas y mira a otras cadenas, siempre con noción de posibilidades futuras», finaliza.
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